Pasó

Perdió los papeles cuando llegó a la zona prohibida y es que siempre hay un punto en modo botón nuclear que solo con rozarlo, se activa el descontrol y la locura.

Se activó la sirena de guerra inminente cuando su cuello recibió amenaza de atentando terrorista y se le erizaba hasta la piel porque una vez ahí, nunca sabes lo que podía pasar hasta que pasó.

Y pasó el puto invierno y la piel sigue helada, el tiempo congelado y el pasado en modo huracán.

Pasó la tormenta pero lo malo de la tormenta no es lo que pueda caer sino todo lo que se lleva por delante.

Pasó el huracán y le pilló con la cama sin hacer, los sentimientos desordenados y hasta la sombrilla de la playa a medio clavar.

Pasó por detrás, por donde pasan las mejores cosas.
Pasó sin avisar y sin esperarlo el cuerpo se queda en modo invierno cada vez que sus miradas deciden chocar con mucho que decir y algún que otro polvo pendiente que discutir.

Pasó cuando sonaba esa canción que hablaba de amores de invierno y desamores de verano y es que el amor y el herpes van cogidos de la puta mano.
Porque un día flojo, un día de mierda, una bajada de defensas ese amor en estado latente, florece como ese herpes dormido y menudo puñetazo te pega.

Pactó con el diablo que nunca volvería hasta que volvió, pero joder, es que pactos y diablo son polos opuestos que buscándolo o sin buscar se acaban atrayendo como jodidas placas tectónicas y acaba pasando lo que tenga que pasar.

-Enrique Gómez-

Publicado por enriquegomezgil

Me atrevo de nuevo a lanzarme al mundo del blog en un segundo intento en el que intentaré que todo sea más intenso, más mío, más nuestro. Donde yo disfrute escribiendo y vosotros leyendo.

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