Incendios.

Incendios.
Hay incendios en peligro de extinción.
Incendios que simplemente necesitan una brisa de aire para echar a arder.
Incendios en la cama.

Cenizas entre escombros de un pasado huracanado, con chispas a flor de piel y caricias ardiendo por la espalda. Con un sexo pendiente y otros asuntos sin resolver.

Chispas cuando se enlazan las miradas y esa sonrisa cómplice del crimen cometido en la esquina de aquel callejón.
Chispas en mitad de una ola de calor; sinónimo de incendio en modo bomba expansiva.

Cenizas en estado latente.

Nevada sobre la espalda para intentar apaciguar el fuego en ese cuerpo modo volcán.

Erupción en estado de calma.
Erupción en la cama cuando los dedos se entrecruzan con las heridas y aterrizan en el sexo provocando una tormenta en pleno verano.

Se ha prendido el cuaderno de notas en mitad de un tsunami de recuerdos.
Ha ardido hasta el alma.
Se ha fundido la cama mientras que en los sueños se fundían los cuerpos como dos cerillas en mitad de un incendio.

Incendios que se apagan pero las cenizas siempre quedan en estado latente.

A esperas de un misto.
De un click.

-Enrique Gómez-

Publicado por enriquegomezgil

Me atrevo de nuevo a lanzarme al mundo del blog en un segundo intento en el que intentaré que todo sea más intenso, más mío, más nuestro. Donde yo disfrute escribiendo y vosotros leyendo.

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